Mamá siempre decía: Eres lo que comes
Tal vez mamá realmente sabía mejor cuando se trataba de nutrición. Como ha demostrado la investigación, lo que comemos puede tener un impacto profundo en nuestra salud. A lo largo de los años, hemos aprendido que nuestras elecciones dietéticas pueden influir en nuestro riesgo de enfermedad. Y algunos han hecho de ello un negocio rentable para enseñarnos nuevas formas de ver la comida (dieta antiinflamatoria, Keto, cardiosaludable, etc.).
Y así, en algunos casos, la comida ahora se considera medicinal. Si bien tomar suplementos puede ser beneficioso, no hay sustituto para comer alimentos integrales y nutritivos. ¿Por qué? Porque los nutrientes que se encuentran en ciertos alimentos pueden promover la salud y proteger nuestro cuerpo de enfermedades.
Falta de lo básico
Nuestras dietas occidentales, ricas en alimentos procesados y bajas en alimentos integrales como verduras frescas, impiden que nuestros cuerpos obtengan las vitaminas y los minerales que necesitamos para prosperar. Las deficiencias pueden entonces aumentar nuestro riesgo de enfermedad. Las enfermedades cardíacas, ciertos tipos de cáncer y la disfunción inmunológica pueden verse afectadas por la falta de ciertas vitaminas y nutrientes.
Poder de la planta
Además de proteínas y carbohidratos, es importante incluir vegetales, frutas, frijoles y granos como parte de una dieta completa. Muchos de estos alimentos, también conocidos como superalimentos, incluyen antioxidantes que pueden proteger nuestras células del daño.
La fibra también es parte de los componentes básicos de una dieta saludable. Los alimentos ricos en fibra incluyen la misma lista que acabamos de mencionar y pueden ayudarnos a protegernos de enfermedades y disminuir la inflamación. La fibra promueve una digestión y eliminación saludables y también alimenta las bacterias buenas en nuestros intestinos.
Grasas saludables
Las proteínas y las grasas no son el enemigo cuando provienen de alimentos integrales y nutritivos, y pueden desempeñar un papel fundamental para que nuestros cuerpos funcionen de manera eficiente. Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran principalmente en el pescado, ayudan a regular la inflamación y se han relacionado a través de muchas investigaciones con una mejor salud cardíaca y una función inmunológica adecuada. Y los aminoácidos que se encuentran en las proteínas pueden ayudar en la salud muscular y regular el metabolismo.
Todo con moderación
Todos sabemos que hacer algo en exceso no es saludable, y eso incluye qué y cuánto comemos. Las dietas altas en refrescos y otras bebidas azucaradas, comida rápida, alimentos procesados y granos refinados son los principales culpables de problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes y todas las complicaciones que surgen del aumento de peso no saludable y la obesidad.
Una vida de malas decisiones puede conducir a todo tipo de problemas de salud como resistencia a la insulina, inflamación crónica, colesterol alto y enfermedades del corazón. En la otra cara de la moneda está la investigación que apunta a los beneficios para la salud de la dieta mediterránea, por ejemplo.
Un enfoque reflexivo de la comida
Si bien el jurado aún puede estar deliberando sobre si realmente somos lo que comemos, ahora todos sabemos lo suficiente como para comprender que nuestras elecciones dietéticas pueden tener efectos a largo plazo en nuestra salud y calidad de vida. Cumplir con la regla de la moderación puede ayudarnos a desarrollar hábitos saludables para que tomemos decisiones inteligentes. Y esas elecciones podrían tener un impacto generacional en aquellos de nuestra familia que nos miran como un ejemplo.
Si está buscando mejorar su dieta y encaminar su salud, hable con su acupuntor sobre un curso de tratamiento que pueda ayudarlo a recuperar el equilibrio con su dieta. Nunca es demasiado tarde para comenzar a progresar en la dirección correcta.
